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Rubén Blades |
El último día en la vida de Adán García lo halló como todos los otros de su pasado: soñando ganarse el "Gordo" en la Lotería, los hijos y la mujer durmiendo a su lado. Adán salió de su casa al mediodía, después de una discusión muy acalorada: su esposa quería pedirle plata a los suegros y Adán besaba a sus hijos mientras gritaba:
- Esto se acabó, vida. La ilusión se fue, vieja, el tiempo es mi enemigo. En vez de vivir con miedo, mejor es morir sonriendo con el recuerdo vivo.
Por última vez entró a la tienda del barrio y ahí le fiaron un paquete de cigarrillos. Por la Avenida Central lo vieron andando sin rumbo, las manos dentro de los bolsillos.
- Desde que Adán fue botado de su trabajo - dijo un vecino - noté en su forma de ser un cambio muy raro. Él, siempre tan vivaracho, ahora andaba quieto, pero en la tranquilidad del desesperado.
Dice el parte policial que Adán llegó a un Banco y le gritó a la cajera que le entregara todo el dinero que ella en su caja tuviera y que si no lo hacía pronto, él la mataba.
- El hombre me amenazó con una pistola - dijo una doña - por eso es que yo le daba lo que él quisiera. Por la clase de salario que aquí me pagan no voy a arriesgar la vida que Dios me diera.
Cuentan que al salir Adán corriendo del Banco se halló con una patrulla parqueada al frente; que no le hizo caso al guardia que le dio el "Alto"; que iba gritando y sonriendo como un demente. Al otro día, los periódicos publicaban la foto de su cadáver en calzoncillos. La viuda de Adán leyó, en la primera plana: “Ladrón usaba el revólver de agua de su chiquillo".
“- Esto se acabó, vida. La ilusión se fue, vieja. El tiempo es mi enemigo. Y yo, pa' vivir con miedo, prefiero morir sonriendo, con el recuerdo vivo.”
Disponible en: <http://letras.terra.com.br/ruben-blades/417248/> (adaptado)
Lo primero que se distingue es que la letra de esa música puede escribirse a modo de narración, en vez del formato en versos generalmente usado en las letras de músicas. Por ello, se puede pedir, como actividad inicial, que los alumnos lean la letra (sin que se les diga que es una música) y que relaten brevemente la historia contada en ella. A continación se les dice que es una música, se la ponen para que la escuchen y, tras la resolución de problemas de vocabulario, se puede pedir a los alumnos que identifiquen los fragmentos de la música que están en estilo directo e indirecto y que conviertan los fragmentos en estilo directo al indirecto y viceversa. Al final, se puede reflexionar gramaticalmente sobre los cambios producidos por esa conversión. Se trata de una actividad para nivel intermedio/intermedio-avanzado.
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